Rachel Troyer (Sarah Lancaster) es una inteligente mujer policía en la pintoresca población de Sugarcreek, apodada La pequeña Suiza de Ohio, y situada en el corazón del país Amish. Con frecuencia visita a sus tres tías Amish, las amables Bertha (Kelly McGillis), Anna ( Marianna Alacchi) y Lydia ( Annie Kitral), que en su granja criaron a la pequeña Rachel tras quedar ésta huérfana en su infancia. Cuando un día un desaliñado desconocido, Joe (Tom Everett Scott), aparece en la puerta con su hijo de cinco años, Bobby (Thomas Kapanowski), las bondadosas tías insisten en acoger a ambos, pero el instinto de policía de Rachel inmediatamente le dice que ese forastero es demasiado refinado para ser el vagabundo que dice ser.