En una residencia en el barrio de Enfield de Londres, en 1977, acude la policía tras ser alertados por la mujer que allí vivía cuando dos de sus hijos aseguran haber visto los muebles moverse solos en la casa y escuchar ruidos en el interior de las paredes. Los incidentes continuaron ocurriendo durante un tiempo, y en ese tiempo más de treinta presenciaron el lanzamiento de objetos, muebles moviéndose y niños levitando. La prensa informó del caso hasta 1979, cuando el evento terminó.