1978, la familia Stewart lucha por mantenerse unida. Cameron, un padre bipolar, tiene una crisis nerviosa que le deja sin empleo, y Magie, la madre, a pesar de trabajar muy duro no puede cubrir los gastos familiares. Los problemas económicos amenazan con acabar con la familia. Maggie decide aceptar una beca en Nueva York y dejar a sus hijas adolescentes, Faith y Amelia, en Boston con su padre. Así comienza un impredecible experimento de 18 meses en el que Cameron asume la paternidad de sus precoces y sensibles niñas.