Porfirio, un hombre postrado en una silla de ruedas, vive en Florencia con su mujer y su hijo y apenas logra subsistir vendiendo minutos de teléfono móvil en el porche de su casa. En el pasado, había sido un próspero ganadero que había depositado grandes esperanzas en el futuro. En la actualidad, está pendiente de cobrar una pensión del Estado. La historia se centra en su vida cotidiana, su gradual deterioro psicológico y su obsesión por hablar personalmente con el Presidente del gobierno.