A Charlie Brewster (Anton Yelchin) por fin parece que las cosas le van bien: es popular y está saliendo con la chica más anhelada de todo el instituto. Sin embargo, todo parece cambiar cuando Jerry (Colin Farrell) se muda a la casa de al lado. A primera vista parece un gran tipo; sin embargo, hay algo extraño en él, pero nadie más lo percibe, ni siquiera la madre de Charlie (Toni Collette). Tras observar sus extraños hábitos, Charlie llegará a una conclusión: su nuevo vecino es un vampiro. Sin ayuda, Charlie deberá encontrar la manera de deshacerse por sí mismo de su nuevo vecino.