Eloy es un adolescente de diecinueves que trabaja junto a sus padres. Su trabajo consiste en repartir lapidas y figuras ornamentales en las sepulturas que atiende el negocio familiar en el cementerio de la ciudad. Al morir su padre Eloy ve acelerar el tiempo que lo llevara a madurar en un mundo hostil y ajeno. En el camino conoce a Beatriz una joven andaluza que mediante el aprendizaje de ciertas practicas sexuales le permitira acceder a zonas desconocidas de su espiritu y de la realidad.