La incestuosa relación de un padre de 60 años y su hija de 22 años es el tema central de la nueva película de Keren Keyada. La pareja vive en un pequeño apartamento en Israel y tendrán que hacer frente a las dificultades morales y políticas de su relación. Ella está sumida en una depresión en la que no puede hacer nada que no sea junto a su padre desde el día en el que él al violó y ella se enamoró de él.