La adolescente Ronnie (Miley Cyrus) pasa por una etapa de rebeldía coincidiendo con el divorcio de sus padres. Odia la idea de tener que trasladarse a un pueblecito sureño para vivir una temporada con su padre Steve (Greg Kinnear), con el que no mantiene una buena relación, pero no le queda otra opción. Día a día, Steve intentará limar asperezas con su hija a través de la única cosa que parece unirles: su gran pasión por la música.