Beth (Vinessa Shaw) y Francis (Ebon Moss-Bachrach), una joven pareja que espera su primer hijo, disfrutan en México de una escapada romántica, donde alquilan un barco para visitar una idílica isla en la costa. Todo parece perfecto, una playa bañada por el sol, niños jugando y riendo en el muelle
pero a medida que se abren camino a través del costero pueblo de la isla, una extraña atmósfera les invade, teniendo la sensación de ser observado y escuchando por todos lados el sonido de la risa de los niños. No hay adultos
y algo terrible pasa con los niños.