El título hace mención a uno de los héroes de la masacre de Nanjing, en 1937. Rabe fue de los pocos occidentales que se quedaron en la ciudad para ayudar a los chinos mientras la gran mayoría de extranjeros huyó. Fueron una veintena que quedaron alojados en una zona de seguridad para extranjeros y que los japoneses más o menos respetaban. Entre todos, salvaron a cientos, quizás miles de chinos. John Rabe, empresario alemán y líder del partido nazi en Nanjing, se convirtió en el Oscar Schindler de China. Mandó cartas a Hitler para que se movilizara, mandó cartas a Tokio rogando para que se parara el horror y, gracias a su condición de miembro del partido nazi, pudo vagar por las calles y poner a salvo a mucha gente.