Al responder a una llamada de una mujer detenida por un presunto asesino en serie, el detective de Boston James Doyle y su pareja son emboscados. La compañera de Doyle, Maggie, es fusilada con el arma de Doyle, matándola a ella ya su hijo aún no nacido que Doyle ni siquiera conocía. Doyle es retirado del caso y oficialmente se despide, pero no hay manera de que se lo permita. Doyle sigue al asesino a la isla de Nantucket, donde encuentra una serie de pistas que lo atan al misterioso asesino en serie y descubre horribles secretos de su pasado que han estado ocultos durante décadas.