Ray Watson vuelve a Vietnam treinta años después de la caída de Saigón. En su juventud como sargento del cuerpo de marina, disfrutó de los placeres y soportó los horrores de Vietnam en la misma medida, pero ahora, como respetable ministro y con elevadas ambiciones políticas, debe abandonar algunos fantasmas del pasado. El encuentro con un compañero al que creía muerto, y el recuerdo de los horribles sucesos acontecidos hace 30 años, le hacen pensar que puede que los fantasmas le estén alcanzando.