El doctor Carter lo arriesga todo con cada paso que da al intentar resucitar a su esposa, recientemente fallecida, con su fórmula Inyección C-900, que previamente inocula en los cadáveres robados del cementerio local. Cada uno de sus intentos tiene éxito solamente en la creación de hambrientos zombies caníbales, conduciendo al médico al borde de la locura con cada nuevo fracaso. Después de que su hija, Cara, contraiga trágicamente el virus durante un experimento fallido, ella y su hermana deberán tomar medidas extremas para asegurarse más dosis de anti-suero, necesario para evitar que se convierta en un muerto viviente.