Un padre de familia (Michael Shannon) tiene miedo de padecer una esquizofrenia hereditaria, ya que empieza a sentirse atormentado por terribles pesadillas y alucinaciones premonitorias sobre el fin del mundo. Su esposa Samantha (Jessica Chadstain), intenta tranquilizarlo, pero pronto todo lo que les rodea comenzará a desmoronarse: perderá el empleo, la posibilidad de curar a su hija pequeña de la sordera que padece
incluso la atmósfera parece enrarecida, con cielos negros y vientos huracanados.