Al final de la primera película, el poderoso mago oscuro Gellert Grindelwald (Johnny Depp) fue capturado por MACUSA (Congreso Mágico de los Estados Unidos de América), con la ayuda de Newt Scamander (Eddie Redmayne). Pero, cumpliendo con su amenaza, Grindelwald escapó de su custodia y ha comenzado a reunir seguidores, la mayoría de los cuales no sospechan sus verdaderas intenciones: alzar a los magos purasangre para reinar sobre todas las criaturas no mágicas. Es una película por y para los fans de la saga Harry Potter, sobre todo los literarios. Está llena de referencias a momentos y anécdotas que se han podido ver anteriormente en el mundo de J.K. Rowling, lo que puede confundir a aquellos que vayan a verla como simple disfrute familiar.