Alexander, un día se levanta y nota que tiene un chicle pegado en el pelo; se acostó masticando chicle la noche anterior. Cuando se levanta de la cama se tropieza con un patín y luego se le cae el sueter en el lavabo mietras corría el agua. Entonces, Alexander asumió que iba a ser un día terrible, horrible, espantoso, horroroso. Así fue, el día de Alexander no fue el mejor; durante todo el día le sucedieron cosas desagradables. Por esto, él quería mudarse a Australia. A la hora de dormir la mamá de Alexander le dijo que algunos días eran así. Inclusive, en Australia.